Lidia Falcón, precursora del feminismo político en España, comunista y presidenta del Partido Feminista, está enfrentada con una buena parte de la izquierda por su posición sobre la ‘ley trans’.
«Ahora es que parece que sólo los transexuales tienen derechos constitucionales y, como los critiques, acabas siendo objeto de las acciones de la Fiscalía contra los delitos de odio, -dice Lidia Falcón al diario VozPopuli-. Delitos de odio regulados en el Código Penal en 2015 por el Partido Popular. La izquierda lo criticó entonces, pero ahora lo utiliza a su favor. Y estos son delitos políticos, ojo. Esto se parece muchísimo a la censura franquista«.
Lidia Falcón no acaba de entender la necesidad de una «ley Trans”. “Tenemos la ley de 2007, la de transexualidad, que les protege, dice Falcón. Fíjate, incluso dice que, dependiendo del caso, los menores pueden solicitar el cambio de sexo, aunque siguiendo unos trámites, que son un tratamiento psicológico, uno psiquiátrico, uno endocrino; y teniendo un período de reflexión de dos años. Luego, se pueden producir las cirugías correspondientes y el cambio de los documentos. Pero ahora quieren más: ahora quieren eludir la cirugía o la hormonación. Ahora quieren que si a ti, de repente, se te ocurre ser una mujer, puedas ir al Registro Civil y pedir el cambio de identidad. Hace poco vi por la televisión a un tipo con unas barbas que dijo: “Yo me llamo Rosa García y tú me tienes que hablar a mí en femenino”. A partir de aquí, yo, que soy idiota, tengo que decir: “Ay, sí, qué mona eres”.
“Todo es es el esperpento. Ellos (el lobby Trans) son la secta mutante y lo puedes escribir así porque no me importa. Mutante no es un insulto, ojo, lo dice la Real Academia Española de la Lengua. Eso sí, son una secta con poder gracias al apoyo de las farmacéuticas y de las clínicas de transformación de sexo. Aquí ellos no son los perseguidos: la perseguida soy yo, concluye Lidia Falcón.