Elon Musk, el empresario más rico del mundo, acaba de lograr un hito sin precedentes: acumular una fortuna de 400.000 millones de dólares, según el Bloomberg Billionaires Index. Este logro, alcanzado el pasado 11 de diciembre, se debe en gran parte al meteórico ascenso del 70% en las acciones de Tesla en solo un mes, que se suman a sus participaciones en empresas clave como SpaceX y Neuralink.
Musk no solo domina el sector automotriz y aeroespacial, sino que ha expandido su influencia a áreas tan diversas como redes sociales, transporte subterráneo y neurotecnología.
El primer negocio de Elon Musk lo hizo a la edad de 12 años: vendió su primer programa informático. En 1995 creó Zip2, una empresa de software web que facilitaba directorios y mapas a los periódicos para que se publicaran en internet. La creó junto a su hermano Kimball gracias a un préstamo de 28.000 dólares de su padre, un ingeniero sudafricano.
“Musk siempre ha dicho que no heredó nada, y menos una fortuna, pero que su padre, antes de arruinarse y depender de ellos, le enseñó los principios básicos de la ingeniería”, señala El Mundo. “Algo mucho más valioso que el dinero», ha mencionado Musk en más de una ocasión.
Al explicar sus inicios en el mundo del emprendimiento, Musk se ha referido a su falta de recursos, “y que como no se podía permitir un apartamento y una oficina optó por la segunda, durmiendo en un sofá y duchándose en las instalaciones de la YMCA local”.
En 1999, Compaq adquirió Zip2 por 307 millones de dólares, y al joven de 27 años le correspondieron algo más de 22, en dinero y acciones.
Con ese capital lanzó también X.com, una empresa de banca online que se fusionó con Confinity, de Peter Thiel, para formar PayPal.
En 2002, eBay compró PayPal por 1.500 millones de dólares, Musk se aseguró un capital de 165 millones, que utilizó para fundar SpaceX y transformar el acceso al espacio.
SpaceX, valorada en unos 350.000 millones de dólares, ha lanzado cerca de 250 cohetes y revolucionado el sector con tecnologías como el aterrizaje reutilizable. Su red de satélites Starlink ya es indispensable para países como Ucrania, que dependen de ella para sus comunicaciones y defensa. Además, la compañía planea cerrar 2024 con un récord de 134 lanzamientos orbitales.
Por otro lado, Tesla, la joya de la corona de Musk, redefinió la industria automotriz con vehículos eléctricos de alta gama. Su modelo S, lanzado en 2009, marcó un antes y un después. Actualmente, Tesla tiene un valor de mercado de 910.000 millones de dólares, aunque el empresario ha hipotecado parte de sus acciones para obtener préstamos personales.
En 2022, Musk adquirió Twitter (ahora X) por 44.000 millones de dólares, utilizándola como una herramienta de influencia global. Aunque su gestión ha reducido el valor de la empresa, Musk parece más interesado en el control de la narrativa pública que en las ganancias inmediatas.
Además, su empresa Neuralink trabaja en implantes cerebrales que podrían revolucionar la comunicación y la medicina, mientras que The Boring Company busca innovar en transporte subterráneo, pese a numerosos contratiempos.
Musk no teme al fracaso, y su capacidad para convertir ideas arriesgadas en éxitos rentables lo ha posicionado como uno de los empresarios más influyentes de la historia moderna.