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“ETA quiso dejar las armas, pero Arzalluz les animó a seguir”, dice el exetarra Uriarte

Álex Rosal

Álex Rosal

“En la época en que ETA político- militar dejó las armas en 1981-1982, yo había hecho un fuerte trabajo para convencer a la cúpula de ETA PM de dejar los hierros (o sea las armas)”, dice Teo Uriarte exmiembro de la banda terrorista ETA, cofundador de Euskadiko Eskerra, y posteriormente militante en el Partido Socialista de Euskadi.

“Me reunía con 7 u 8 de ellos, a veces 10, y yo estaba optimista porque los veía muy blanditos y ya predispuestos a dejarlo”, continua Teo Uriarte en la entrevista a Javier Navascués en Somatemps. “Mi sorpresa fue cuando un día me dijeron `oye Teo, es que ha estado por aquí Arzallus y nos ha dicho que nos lo pensemos antes de dejarlo´. Yo pensaba que si alguna vez se reunía Arzalluz con ellos sería para decirles, `venga muchachos, dejadlo de una puñetera vez, esto no tiene ya ningún sentido, ya buscaremos soluciones para que podáis ir volviendo e ir arreglando vuestros temas penales, pero esto hay que dejarlo´”.

 Teo Uriarte, exmiembro de la banda terrorista ETA
Teo Uriarte, exmiembro de la banda terrorista ETA

“Y sin embargo –señala Uriarte- lo que les dijo Arzalluz fue lo contrario, cuando ellos dijeron que valoraban seriamente dejar los hierros, Arzalluz se puso serio y les contestó que lo pensaran bien, que había muchas cosas que quedaban por hacer, que había muchos temas políticos importantes pendientes:  `en fin, vosotros decidís´, les dijo,  `pero pensadlo bien antes de tomar la decisión´”.

“Parece evidente que Arzalluz, con habilidad de jesuita, no les dijo abiertamente que continuaran los atentados, pero muy claramente se lo dio a entender. Les aconsejó en sentido contrario a dejar la violencia. Más tarde algunos de ellos han dicho que la reunión con Arzalluz no fue tan importante en la decisión de un sector del grupo, de continuar con el terrorismo, pero lo cierto es que esa reunión sí que tuvo una gran importancia. Algunos de los que yo veía muy blanditos, después de esa reunión decidieron no dejar las armas. No obstante, otros sí que las dejaron”, concluye Uriarte.

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