Pauline Harmange es una escritora francesa que acaba de publicar, a sus 25 años, un libro titulado: ‘Hombres, los odio’ (Paidós). Es un pequeño ensayo en el que desarrolla la teoría de la misandria.
“La misandria es, según el diccionario francés, un «odio retorcido hacia los hombres» -señala Harmange-. No hay que olvidar que los diccionarios los escriben los hombres. Para mí, se trata de un conjunto de emociones negativas hacia los hombres, que pueden ir de un simple desprecio hasta la hostilidad, pasando por la desconfianza, sencillamente porque hay muchos hombres que son, como poco, inútiles y, como mucho, peligrosos para las mujeres”, señala a la agencia EFE.
“En la misandria yo veo una puerta de salida –continúa Harmange-. Es una forma de avanzar fuera del camino establecido, una forma de decir ‘no’ en cada soplo. Odiar a los hombres, como grupo social y a menudo también a nivel individual, me aporta mucha felicidad, y no sólo porque sea una vieja bruja amante de los gatos”.
“Si todas nos volviéramos misándricas, podríamos armar un jaleo tan grande como maravilloso. Nos daríamos cuenta -aunque tal vez en principio nos doliera un poco- de que, en realidad, no necesitamos a los hombres”.
Pauline Harmange reflexiona sobre la afirmación de que a las feministas siempre se las acusa de odiar a los hombres y ellas lo niegan. “¿Por qué no odiarles y así disipamos toda duda? “Sí, soy feminista y odio a los hombres: si esa es tu acusación, estás en lo cierto”, dice Harmange a El Español.