A los 14 años la británica Keira Bell comenzó a sentirse “asqueada y ansiosa” por la incipiente regla, y su mente daba vueltas sobre la posibilidad de si acaso no era un niño atrapado en el cuerpo de niña. “Me sentía muy aislada. Veía vlogs en Youtube, entraba en portales de internet y participaba en foros para sentirme menos sola. Esto pasaba hace una década, y es muy distinto a cómo es ahora; éramos una comunidad pequeña, pero todo se ha disparado con las redes sociales. Las mentiras les llega a los niños por la izquierda, el centro y la derecha, y a muchos los atrapan para el resto de su vida con medicamentos dañinos y cirugías experimentales”, declara a El Mundo.
“Mi padre no quería que siguiera adelante con el cambio de sexo y nos dábamos cabezazos cuando salía el tema. Pero al final fue una decisión que tomamos la clínica y yo. Eso fue todo”.
Keira Bell inició un “cambio de sexo” a los 16 años en la clínica Tavistock. A los 17 se inyectó hormonas; y a los 20 se hizo una doble mastectomía. Los cambios hormonales le hicieron sentir que tenía la menopausia, con alteraciones de sueño y de temperatura corporal. Pero a los 22 años comenzó su arrepentimiento y se reafirmó como mujer.
Me arrepiento de no haber esperado
“Tengo cicatrices físicas, pero lo que más duele son las heridas mentales que aún siguen abiertas. Gran parte de mi juventud se ha perdido para siempre, y echo en falta no haber sido capaz de pensarlo bien y conectar con el mundo real… Me arrepiento de no haber esperado y de no haber acudido a una clínica donde me dijeran los hechos. La verdad a veces duele, pero me habría ayudado. Me vendieron una mentira y acabé atrapada”, subraya Keira Bell.
El periodista de El Mundo le pregunta sobre qué consejos le diría a una niña de 14 años que está pensando en cambiarse de sexo: “Que sé lo que es estar ahí, deseando tomar hormonas -señala Keira Bell-. Pero que vea también lo que hay detrás de quienes promocionan la transición. Y que tenga en cuenta que va a estar batallando contra su biología toda su vida…. Es mejor aprender a abrazar a la persona que realmente eres. El sexo es importante, pero no debe dictar tu personalidad ni tu potencial de vida. Las mujeres son increíblemente fuertes, interesantes y diversas. Te puedes sentir extraña entre chicas, pero créeme: tu tribu está ahí fuera”.