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Un padre va a la cárcel en Canadá por referirse a su hija como «ella»

Álex Rosal

Álex Rosal

Robert Hoogland tiene una hija de 14 años que se autopercibe como un niño. Hoogland fue conducido a prisión por orden del Fiscal General de la Columbia Británica de Canadá, lugar donde reside, bajo la acusación de desacato por el mero hecho de referirse a su hija con los pronombres “she” y “her” (ella), informa Contando Estrelas.

En febrero de 2019, el Tribunal Supremo de la Columbia Británica ordenó que la niña recibiera inyecciones de testosterona sin obtener el consentimiento de los padres, señala el Daily Wire. Además, el tribunal también sentenció que si sus padres se referían a ella usando pronombres femeninos o se dirigían a ella por su nombre de nacimiento, serían considerados culpables de “violencia familiar”, según The Federalist.

El Daily Wire informa que cuando la niña estaba en séptimo grado, la dirección de la  escuela le sugirió ver al psicólogo Wallace Wong, quien le recomendó que comenzase a tomar hormonas de sexo cruzado a los 13 años. Hoogland alegó entonces el historial de problemas de salud mental de su hija y se negó a dar permiso para que fuese sometida a esa terapia hormonal. Los médicos del BC Children’s Hospital decidieron que la niña debería recibir inyecciones de testosterona, pasando por encima de la decisión de los padres.

Hoogland se opuso a esta decisión, pero uno de los médicos le informó que el consentimiento de la niña era suficiente para que comenzase a recibir las inyecciones de testosterona.

Hoogland solicitó una orden judicial para detener el tratamiento, pero el juez Gregory Bowden falló en febrero de 2019 que la niña tenía “derecho exclusivo a dar su consentimiento para el tratamiento médico para la disforia de género”.

Violencia familiar por llamarla por su nombre de nacimiento

El juez Bowden advirtió a los padres de la niña que “intentar persuadirla para que abandone el tratamiento por disforia de género, dirigirse a ella por su nombre de nacimiento; referirse a ella como una niña o con pronombres femeninos, ya sea a él directamente o a terceros; se considerará violencia familiar según la Ley de derecho de familia”.

Hoogland reaccionó descompuesto con estas palabras: “El gobierno se ha apoderado de mis derechos de paternidad. Están usando a mi hija como si fuera un conejillo de indias en un experimento”.

 

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